Viviendo desde la alta sensibilidad

Por Eva Perea

Las personas altamente sensibles (PAS) suponen entre un 15 y un 20% de la población mundial (Elaine Aron, 1996). Estamos ante un número de personas lo suficientemente representativo como para que sea verdaderamente importante el objeto de su estudio. Las Personas Altamente Sensibles disponen de un sistema nervioso cuyos receptores e encuentran más activos que los de la media de la población. Esto se traduce en una mayor exposición a todos los estímulos que nos rodean: visuales, auditívos, kinestésicos, olfativos… Todo ello requiere de una gestión adecuada por las PAS para poder desarrollarse dentro de sus vidas y en sociedad.
Existen una serie de características que la mayoría de las PAS comparten, pero no podemos dibujar a todas estas personas con un mismo perfil. Afirmar esto sería un grave error y nos podría hacer caer en una patologización del rasgo. Nada más lejos de la realidad. La primera característica más habitual que encontramos en las PAS es la facilidad con la que suelen llegar a saturaciones o situaciones de estrés. Cómo ya hemos comentado al inicio de este artículo, la mayor receptividad del sistema nervioso explica esta primera característica de forma clara. El tipo de sociedad en el que vivimos, llena estímulos constantes, favorece este estado de mayor alteración por parte de las PAS.

Por ello es conveniente que descansen unas 8 horas de media por las noches, y que, si es posible, tengan algún momento de relajación a lo largo del día.

Esto no quiere decir en absoluto que las Personas Altamente Sensibles sean débiles o menos aptas para ciertas actividades o profesiones. En absoluto. Sencillamente deben conocer sus limites y cuidarse en ellos. Una correcta gestión de su energía es algo que puede ayudarles de manera extraordinaria a no alcanzar estados de saturación.

 

Disfrutan de una vida interna trepidante, guiada en la mayoría de las ocasiones por el llamado “diálogo interno”. Esa pequeña vocecita que nos acompaña y que muchas veces no nos ayuda demasiado. Saber controlar y cortar este diálogo es otra de las herramientas que las PAS deben dominar para desarrollarse más positivamente.

 

En lo relativo a la alimentación y la salud, son personas que generalmente tienen problemas con el consumo de ciertos alimentos muy elaborados o que contienen muchas grasas. Suelen terminar adaptando su dieta, e incluso llegando a establecer alimentaciones de tipo vegetariano o vegano.

 

El último de los puntos a comentar sobre las PAS seria el relativo a sus relaciones sociales. Normalmente les pone muy nerviosas el reunirse con grupos de personas, aunque sean conocidos. Esto no quiere decir que las PAS sean introvertidas, ni mucho menos. Al menos un 40% de las PAS son extrovertidas. Está más relacionado con su facilidad para “absorber” emociones y sensaciones del exterior, las cuales también captan de otras personas. Su elevada empatía da respuesta a esta cuestión.

 

Las personas altamente sensibles tienen una riqueza interna magnifica, y pueden desarrollar carreras profesionales excepcionales, guiadas por su elevada sensibilidad y su inteligencia emocional. Les encanta la naturaleza, y suelen ser amantes de los animales. Desarrollan habilidades artísticas de una manera brillante, tanto como hobbies como profesionalmente. Si te sientes identificado/a con lo que acabas de leer, es muy probable que seas PAS. Te felicito por ello y te animo a descubrir mucho más sobre el rasgo y sobre ti.

 

 

Eva Perea Terapeuta y Coach Personal y de Pareja

Vicepresidenta de la Asociación Valenciana de Sexualidad y Pareja

Directora y Fundadora de Terapia y Emociones

terapiayemociones@gmail.com

www.terapiayemociones.com

tel. 666 312 181

 

 

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