Por Pedro Losada Garcia
El ganador de 17 premios Grammy Steven Epstein, junto a George Butler dispusieron su labor de productores para este fantástico álbum en directo del alumno de Miles Davis, Wynton Marsalis. Álbum que sería recogido de las actuaciones ofrecidas en el club Blues Alley entre los días de 19 y 20 de diciembre de 1986. Acompañado de un gran cuarteto con nombres como el pianista Marcus Roberts, un músico que estaría dentro de la formación de Elvin Jones, para el álbum que rindió tributo a John Coltrane en el 1992. Elvin Jones sería el Batería del mejor cuarteto que llego a tener John Coltrane, y que también le habría dado una primera oportunidad a Wynton Marsalis cuando este era muy joven, acompañándole en los conciertos después del fallecimiento del gran saxofonista John Coltrane. Al bajo está Robert Hurst, miembro de Tonight Show Band, gran bajista que en solitario obtendría el éxito desde su primer álbum. El cual obtendría el puesto número 13 en las listas de los Billboard. Para cerrar el cuarteto Jeff Watts «Tain», que cubre la batería en el directo, músico que compagina sus grupos como líder al mismo tiempo que músico de sesión para gente de la talla de Branford Marsalis (hermano de Wynton), Harry Miller o David Gilmour entre otros.
El álbum llega a contener cuatro composiciones del trompetista, «Knozz-Moe-King», «Skain’s Domain»,»Delfeayo’s Dilemma» y «Much Later», y un pequeño recorrido de los maestros compositores del Jazz, donde entran el inmortal Charlie Paker, Kenny Kirkland,o composiciones de los músicos que le acompañaron en esa noche, como “Juan” de Marcus Roberts y Jeff Watts «Tain». Dejando unas piezas muy al uso del trompetista, el cual no se anda por las ramas buscando nuevas sensaciones dentro de su estilo y se asienta en lo clásico. Un estilo que ira elevando desde el Bebop hasta el Hardbop. Los cuales por esa época estaría dentro de un estilo atemporal, ya que el Jazz fusión se hizo con casi todo el mercado, dejando el Jazz de después de la segunda guerra mundial como un recuerdo para el público más conservador. Con el paso de los años, este mismo volvería a triunfar en los festivales. Al cual se le llego a otorgar una segunda juventud unos años después.
Por su parte Wynton Marsalis ofrece una dirección perfecta de la banda con momentos muy efusivos entre los músicos donde retrataran sus instrumentos a una velocidad vertiginosa, a través de unas sesiones inmortalizadas en un doble álbum.
Si hubo algo que supo aprender del maestro Miles Davis, es el rodearse de músicos que sepan cubrir las necesidades del directo. No nos engañemos, Miles Davis es un gran músico dentro del Jazz, y su nombre nunca se debería borrarse de su privilegiado trono que le habrían concedido los críticos y su público. Pero su éxito erradicaba más por la compañía que él tenía que por sus propias composiciones. Para mi Lee Morgan fue con diferencia mucho mejor compositor y músico que el propio Davis. Wynton Marsalis no escatimo en encontrar un personal que efluyeran Jazz desde sus instrumentos sin la necesidad de buscar sonidos que alejasen el significado de las tablas que buscaba crear y recrear el propio Marsalis. El cual se le olvido meter alguna composición de Miles Davis. Ya fuera de que los dos músicos no llegaron a acabar nada bien, también hay que saber que los dos juntos también se encontraron dentro de una gran historia llamada Jazz. En definitiva, “Live at Blues Alley” es un disco vertiginoso de molidas llevadas hasta su máxima expresión y velocidad, conducidas por un cuarteto de pura ambrosia” como diría mi gran amigo Il Cavaliere.
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